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Los gatos son capaces de enderezarse mientras caen
Desde principios del siglo XIX, la gente se ha preguntado cómo los gatos consiguen caer de pie una y otra vez. En 1894 se descubrió que los gatos tienen un reflejo de enderezamiento innato, que empieza a desarrollarse cuando son muy jóvenes, concretamente de 3 a 4 semanas. Cuando los gatitos tienen entre 6 y 9 semanas, ya han perfeccionado sus habilidades de aterrizaje.
¿Cómo lo hacen?
Al igual que los humanos, los gatos tienen un sistema vestibular dentro de sus orejas que se encarga de su equilibrio. Sin embargo, los gatos son mucho más ágiles que nosotros. El hecho de que su columna vertebral sea flexible y que sus clavículas no se unan a ningún otro hueso, hace que los gatos sean capaces, básicamente, de doblarse, girar y finalmente volver a su posición normal. Además, los gatos tienen patas muy fuertes y musculosas que actúan como amortiguadores cuando el animal aterriza en el suelo.
¿Los gatos siempre caen de pie?
No, los gatos no siempre caen de pie. Para poder enderezarse y caer de pie, un gato adulto necesita caer desde al menos 90 cm de altura. Esto explica por qué probablemente has visto a tu gato dormido caer del sofá, aterrizando de lado o de espaldas. Los gatos que caen desde alturas extremas tampoco caen de pie, pero hay una buena razón para ello. Por último, hay una raza específica de gato que tiene tendencia a no caer sobre sus patas: el Ragdoll.
Estos gatos súper dóciles reciben su nombre (ragdoll en inglés es “muñeca de trapo”) debido a que, cuando se les agarra en brazos tienden a relajar todo su cuerpo, como una muñeca de trapo real. Algunos Ragdolls son tan tranquilos que cuando se están cayendo, se enderezan, pero no usan sus patas para amortiguar la caída. Debido a este extraño comportamiento, la gente solía creer que los Ragdolls no sentían dolor. Obviamente, sí pueden sentir dolor, como cualquier otro gato. Por lo tanto, asegura cualquier ventana o balcón para que tu gato curioso no se caiga y se haga daño.