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¿Qué hacer cuando sospechas que tu gato puede haberse envenenado?
Llama inmediatamente al veterinario cuando sospeches que tu gato puede haber ingerido cualquier cantidad de raticida. Los síntomas suelen tardar horas o incluso días en aparecer, por lo que debes actuar en cuanto te des cuenta de que algo va mal. ¡Más vale prevenir que curar!
Tipos de raticidas y síntomas relacionados
Raticidas a base de anticoagulantes
Este tipo habitual de raticida mata a los roedores impidiendo la coagulación de la sangre del animal. Si tu gato ingiere este raticida, los síntomas pueden ser encías pálidas, manchadas o rojas, hemorragias nasales, sangre en las heces y/o la orina, y respiración rápida o dificultosa. Si observas alguno de estos síntomas, lleva a tu gato inmediatamente al veterinario.
Brometalina
Este tipo neurotóxico de raticida se ocupa de los roedores provocándoles una inflamación del cerebro. Si tu gato consume brometalina, el peludo felino puede mostrar signos de mareo, dificultad para andar, temblores musculares, convulsiones y parálisis. Si observas alguno de estos síntomas, lleva a tu gato al veterinario inmediatamente.
Colecalciferol
También conocido como vitamina D3, el colecalciferol actúa aumentando los niveles de calcio en el torrente sanguíneo, lo que en los roedores acaba provocando insuficiencia renal. Los síntomas en los gatos pueden incluir aumento de la bebida y la orina, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Cuando se ingiere una dosis mayor, los síntomas pueden incluir respiración rápida o dificultad para respirar, y un ritmo cardíaco anormal. Si notas alguno de los síntomas anteriores, ponte en contacto con tu veterinario.
Fosfuro de zinc
Cuando el fosfuro de zinc entra en contacto con el ácido del estómago, se transforma en el peligrosísimo gas fosfina. Los síntomas de la intoxicación por fosfuro de zinc en los gatos incluyen que el aliento de tu gato huela a cebolla o ajo, babeo, vómitos e insuficiencia cardíaca. Si observas alguno de estos síntomas, lleva a tu gato inmediatamente al veterinario.
Síntomas generales
Vigila siempre los síntomas más leves, como letargo, debilidad, inapetencia, vómitos, dolor abdominal e irritabilidad, sobre todo si persisten. En resumen, si a tu gato le parece que le pasa algo, siempre es buena idea acudir al veterinario.
¿Y si mi gato se ha comido un roedor envenenado?
En teoría, los gatos pueden envenenarse comiendo roedores que han consumido veneno, una situación llamada toxicosis por relevo. Por suerte, este riesgo no es muy elevado. Para la mayoría de los venenos, un gato necesitaría comer varios roedores envenenados a lo largo del tiempo antes de enfermar.
El fosfuro de zinc es probablemente la mayor preocupación cuando se trata de envenenamiento secundario. Para evitar que ocurran accidentes, guarda siempre el raticida en un lugar seguro y nunca utilices raticida fuera de un cebadero.