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Lento pero constante
Ya sea que estés cambiando la dieta de tu gato a un alimento diferente por razones médicas, para ponerlo a dieta o simplemente porque te gustaría probar algo nuevo, asegúrate de hacerlo lentamente. Un cambio repentino podría causarle a tu felino diarrea, vómitos o reducirle el apetito.
Cómo acostumbrar a tu gato a la comida
Antes de mezclar la comida nueva con la comida habitual de tu gato, permítele que se acostumbre al olor colocando la comida nueva en un recipiente junto a la comida habitual. A los gatos no les suelen gustar las cosas nuevas (se llama neofobia), pero cuando la comida nueva se coloca junto a su comida habitual, pronto dejará de ser «nueva» para tu gato. ¿Sabías que también puedes aplicar esta técnica con comida húmeda? Empieza colocando una pequeña cantidad de comida húmeda junto a la comida húmeda habitual de tu gato. Si es necesario, puedes calentar la nueva comida húmeda para hacerla más atractiva o agregar agua fría a su comida húmeda habitual para lograr exactamente lo contrario. Recuerda no dejar al aire alimentos húmedos durante mucho tiempo, ya que se echarán a perder rápidamente.
Empezar a mezclar
Mezcla cantidades muy pequeñas de la comida nueva con la comida habitual de tu gato y aumenta gradualmente la proporción de comida nueva. Si usas comida húmeda, puedes dividir el contenido restante de la lata sobre una cubitera y congelarlo para tener pequeñas porciones listas para la próxima vez. Si estás acostumbrando a tu gato a la nueva comida seca, intenta relacionar la nueva comida con el instinto de tu gato de jugar y cazar insertando la nueva comida seca en un juguete para gatos. Si a tu gato le encanta estar cerca de los humanos, también puedes darle comida seca en tu mano.
Ser constante y perseverante
Al hacer la transición a un nuevo alimento para tu gato, es clave ser paciente. Con gatos muy quisquillosos, pueden pasar de 8 a 12 semanas antes de que se haya hecho un cambio completo. Para facilitar las cosas, céntrate en una rutina de alimentación de tiempos fijos, en lugar de alimentar a tu gato libremente. Asegúrate de que todos los miembros de la familia sean constantes también, y si a tu gato se le permite salir, pídele a tus vecinos que no le den comida a tu gato, para poder mantenerle su rutina alimentaria.