En este artículo
Uvas y pasas
Ya sean frescas o secas, las uvas representan un riesgo para los gatos, ya que pueden causarles insuficiencia renal. Si bien es probable que a tu gatito no le gusten estas frutas, es posible que le encanten ciertos platos que contienen uvas o pasas, como la salsa de uva o las uvas con caldo.
Cebollas y ajo
Las cebollas, el ajo, las cebolletas, los chalotes y los cebollines pertenecen a la misma familia y son peligrosos para los gatos. La que definitivamente debes mantener alejada de tu amigo felino es la cebolla. Este vegetal contiene un oxidante llamado disulfuro de n-propilo, que si tu gato lo ingiere, descompondría sus glóbulos rojos, lo que provocará anemia y posiblemente la muerte. Como solo 1 gramo de cebolla es suficiente para ser tóxico para un gato de 2,3 kg, asegúrate de nunca servirle a tu gato un plato casero que contenga cebolla.
Chocolate
Debido a su hábito de comer casi todo lo que encuentran, la intoxicación por chocolate suele ser algo que les sucede a los perros. Esto no significa que no debas mantener tus dulces fuera del alcance de tu gato. Solo 30 g de chocolate pueden herir gravemente a un gato de 4 kg.
Alcohol y masa de levadura
Cuando la levadura en la masa fermenta, produce dióxido de carbono y alcohol etanol, el mismo tipo de alcohol que se encuentra en las bebidas alcohólicas. El alcohol es peligroso para los gatos, ya que puede provocar convulsiones, insuficiencia respiratoria e incluso la muerte. Por lo tanto, mantén el alcohol alejado de tu gato. ¡También ten mucho cuidado con el anticongelante! Los gatos encuentran este líquido muy atractivo, pero unos pocos sorbos rápidamente resultarán mortales.
Huevos crudos
Si bien los huevos cocidos son un verdadero superalimento para los gatos, es mejor no darle a tu gato huevo crudo. Los huevos crudos pueden tener e. coli o salmonella, que pueden alterar los intestinos o el estómago de tu gato. Por suerte, hervirlos hasta que estén bien hechos por dentro, elimina el riesgo. Lo mismo ocurre con la avidina, una proteína que interrumpe la adsorción de biotina y vitaminas del complejo B. Una vez que se cocina o hierve un huevo, los niveles de avidina se reducen considerablemente, lo que lo convierte en un placer sabroso y saludable para tu amigo felino.
Huesos
Si bien a los gatos les suelen gustar los restos de huesos, nunca permitas que tu gato los muerda. Cuando se cocina el hueso, se vuelve quebradizo y muy propenso a astillarse. Los bordes afilados pueden herir gravemente la boca, el estómago o el revestimiento intestinal de tu gato e incluso pueden causar una ruptura o un bloqueo. Para estar seguro, mantén los huesos fuera del alcance de tu amigo felino.
Un extra: comida para perros
Si bien es probable que tu gato robe felizmente la comida de tu perro, permitir que lo haga no es la mejor idea. Las necesidades nutricionales de un gato son muy diferentes a las de un perro, por lo que alimentar a tu gato con comida para perros pronto provocará carencias, siendo las más importantes la vitamina E y la taurina. Lee también nuestro blog sobre la taurina para saber qué es y por qué es vital para los gatos.